sábado, 1 de junio de 2024

* Veliko Tarnova, ciudad y fortalezas

                

Veliko Tarnovo es conocida como la "Ciudad de los Zares" y es la capital histórica del Segundo Imperio Búlgaro (siglos XII-XIV dC.). Esta ciudad capital fue considerada una “Nueva Constantinopla” y se convirtió en el centro cultural de Bulgaria y el centro ortodoxo oriental para los búlgaros. También está ubicado en el río Yanta, lo que lo hace accesible para el comercio. Destaca su Fortaleza Tsarevets, las iglesias, el bazar, edificios del Renacimiento búlgaro en el XIX y sus espectaculares vistas del río Yantra desde los miradores.

Veliko significa “grande” en búlgaro, de modo que el nombre de la ciudad se podría traducir como el “Gran Tarnovo”. El adjetivo “Veliko” se le dio en su día en honor a su estatus de capital del país.

Horadada por los meandros del río Yantra que serpentea entre colinas, Veliko Tarnovo lleva habitada desde época neolítica. Los tracios fijaron su asentamiento, ocupado y continuado por romanos, eslavos y bizantinos, que consiguieron que fuese uno de los centros religiosos, culturales y comerciales más importantes durante la Edad Media.

Veliko Tarnovo, esta pequeña localidad, de menos de 70.000 habitantes, no solo alberga un interesante número de atractivos turísticos, sino que puede servir como base para explorar el norte del país. La antigua capital del Imperio búlgaro se encuentra a 220 km de Sofía y a otros tantos del Mar Negro. En este artículo hemos hecho una selección de los lugares más interesantes que ver en Veliko Tarnovo y sus cercanías.

Historia de Veliko Tarnovo

El Segundo Imperio Búlgaro con la dinastía Asen, desplazó en 1185 a los bizantinos, atrayendo el centro de poder de los zares búlgaros a Veliko Tarnovo -entonces Tsarevgrad Turnov o la ciudad real de Turnov-, solo desplazados tras el avance otomano que culminó con un asedio y destrucción en 1393.

La misma ciudad tuvo un papel fundamental en la historia de Bulgaria, al redactarse aquí la Constitución de 1879. Años más tarde también vivió la proclamación de independencia de Bulgaria en 1908.

Los arqueólogos comenzaron a excavar la fortaleza de Tsarevets a principios del siglo XX. En las décadas de 1960 y 1970, toda la colina fue excavada casi por completo.

Bajo las ruinas del Segundo Reino Búlgaro se encontraron restos de edificios del Primer Reino Búlgaro, de la época bizantina temprana y romana.

Hoy Veliko Tarnovo es una ciudad con mucho movimiento estudiantil y Erasmus que disfrutan de la segunda universidad más importante de Bulgaria. En verano la ciudad recibe mucho turismo nacional y viajeros de todo el mundo.

¿Qué ver en Veliko Tarnovo?

Una extensa avenida cuyo nombre va cambiando de Nezavisimost, Stefan Stambolov, Nikola Pikolo y Sveti Kliment Ohridski, recorre la ciudad desde la parte moderna a la fortaleza Tsarevets. Comercios, tiendas y restaurantes se suceden dando lugar a los monumentos y espacios más interesantes de Veliko Tarnovo.

La monumental Veliko Tarnovo

Es otra de las ciudades más importantes que ver en Bulgaria. Veliko Tarnovo despliega sus encantos en torno a un impresionante casco histórico medieval cuyos máximos protagonistas son la fortaleza de Tzarevets y su kilométrico recinto amurallado.

Pero no te quedes solo ahí porque Veliko Tarnovo es para patearlo con calma. Más allá de la fortaleza te aconsejo visitar el barrio histórico con sus callejuelas llenas de edificios renacentistas (las calles Georgi S. Rakovski y General Gurko son las más bonitas), las preciosas iglesias de los Cuarenta Mártires, San Jorge y San Demetrio, el gigantesco Monumento Asenid desde el que obtener vistas de Veliko Tarnovo y la Catedral de la Ascensión.



Fortaleza de Tsarevets

Un lugar de visita imprescindible en Veliko Tarnovo es la fortaleza de Tsarevets. 

Ubicada a las afueras de la ciudad, Tsarevets domina desde las alturas un gran valle rodeado por el río Yantra. En esta colina se establecieron los tracios hacia el 2000 a.C. y más tarde los romanos y bizantinos. La época de esplendor de Tarnovgrad llegó con el Segundo Imperio Búlgaro (1185-1396), del que fue capital. El asedio y destrucción de Tsarevets en 1393 por parte de los otomanos, marcaría el final de este imperio.

La fortaleza permaneció en ruinas durante siglos, pero entre 1930 y 1981 se llevaron a cabo diferentes obras de restauración que permitieron recuperar parte de su viejo encanto. Aunque no es mucho lo que queda en pie, los visitantes pueden ver los restos del Palacio real, el enorme complejo del Patriarcado, la roca de las ejecuciones, las puertas de la muralla, varias torres, vestigios de casas o iglesias, etc. Además, sobre las ruinas de una antigua basílica se construyó la Catedral de la Ascensión, abierta al público en 1985.

En la propia colina de Tsarevets hay otros dos lugares a los que os podéis acercar si tenéis tiempo: la Iglesia de los Cuarenta Mártires (1230), conocida por ser el lugar donde Fernando I proclamó la Independencia de Bulgaria (1908); y el Mini-Bulgaria Park, un parque temático con maquetas de los lugares más emblemáticos del país.

Casco antiguo de Veliko Tarnovo

Parte de la zona antigua de la ciudad sigue empedrada, destacando la calle ulitsa General Gurko -liberador de Veliko Tarnovo en 1877 durante la guerra ruso turca- con preciosas casas, terraza con pérgolas en las que crecen parras, el Museo de las Ilusiones, y unas magníficas vistas de Veliko Tarnovo y el monumento de los zares.

Otra cosa que hay que hacer en Veliko Tarnovo es dar un paseo por su casco antiguo, flanqueado al norte y al sur por el río Yantra. Muchas de sus calles, especialmente la General Gurko, están todavía empedradas y recuerdan a un pueblo más que a una ciudad. Entre la arquitectura civil destacan las casas del llamado Renacimiento búlgaro (1762–1878), con una primera planta de piedra y una galería de madera en la segunda. Un buen lugar para contemplar el casco histórico es el Monumento a la dinastía Asen.

En vuestra visita a Veliko Tarnovo tampoco os podéis perder la zona de Samovodska Charshiya, repleta de tiendecitas de artesanías, o el divertido Museum of Illusions, lleno de ilusiones ópticas (ideal para niños y para instagramers…).

Como la mayoría de las ciudades de esta región, la historia de Veliko Tarnovo fue bastante similar a lo que ya habíamos escuchado: las civilizaciones romanas seguidas por reinos infundidos por el cristianismo y, en este caso, los zares (reyes) búlgaros hasta el siglo XIV, los otomanos dominaron y permaneció hasta finales del siglo XIX, cuando los países obtuvieron la independencia, seguido nuevamente por los períodos de la Guerra Mundial que luego dieron paso a una variedad local de comunismo, luego la caída del comunismo en la década de 1990, que condujo a gobiernos democráticos, capitalistas, en su mayoría pro- regímenes occidentales. Bulgaria solo fue diferente en que no hubo violencia, ya que se liberó del yugo del comunismo, lo que llevó a una postura que quizás era incluso más pro-occidental.


Esta historia fue contada una y otra vez a lo largo de nuestro viaje, y Nida, nuestra encantadora guía, llamó a los Balcanes la "tierra más dulce y sangrienta" debido al choque de civilizaciones entre el este y el oeste que causó conflicto tras conflicto a lo largo de la historia de la región. Dulce también porque la belleza natural y el paisaje eran increíbles, y la gente con un gran corazón, siempre dispuesta a ayudar a un hombre que necesita ayuda.

Era una pequeña ciudad encantadora que nos recordaba a Mostar, Bosnia y Herzegovina, con calles adoquinadas decoradas con arquitectura del imperio otomano junto con una sensación de bazar.

El almuerzo estuvo delicioso (finalmente pude conseguir una opción vegetariana, que rara vez se ofrecía a los carnívoros, de pimientos rojos rellenos de frijoles), pero el ambiente se vio obstaculizado por la fiesta de cumpleaños infantil más extraña que tuvo lugar justo al lado de nosotros. con una combinación de música infantil (el hokey pokey) junto con temas de discoteca a todo volumen en nuestra serena fiesta en el jardín.

Al almuerzo le siguió una caminata montaña arriba hasta una iglesia que estaba disfrazada para no parecer una iglesia para ocultarla de los otomanos. Nota al margen: si bien los otomanos permitieron que se practicara el cristianismo, era mejor mantenerlo en privado, y existían varios incentivos para ayudar a facilitar la conversión al Islam, como exenciones fiscales y similares.

Mientras caminábamos desde el casco antiguo vimos el edificio del parlamento, una estatua en una plaza interesante y un lindo restaurante con cenas al aire libre.

Debido a su posición extremadamente defensiva, esta fortaleza protegió a la ciudad de los otomanos mucho más tiempo que las de otras ciudades, y los reyes búlgaros la protegieron y mantuvieron su posición bajo asedio hasta 10 años después de la muerte de su zar más fuerte.

Después de ver la antigua ciudad de Veliko Tarnovo, nos dirigimos a la puerta del puente levadizo de la fortaleza que contenía un hermoso fuerte y un castillo encaramado sobre una colina en el cercano pueblo de Arbanasi, que por supuesto sirvió para proteger la ciudad en la época medieval. Desde allí subimos a la colina y llegamos a la ciudad fortaleza de Arbanasi, donde almorzamos en el jardín de una finca búlgara.

La ciudad no es muy grande y aunque la fortaleza está a un par de kilómetros del centro, compensa moverse andando para descubrir los diferentes lugares de interés. En todo caso podemos optar por los autobuses urbanos que conectan la ciudad. El billete se compra en el autobús, pagando a una persona encargada de ello.

Dónde dormir – Alojamiento y hoteles

En Veliko Tarnovo no hay problemas de alojamiento ya que además de hoteles hay apartamentos, casas de huéspedes y Bed And Breakfast,

El hotel Premier es una buena opción si buscamos alojamientos céntricos y con parking para dejar el coche de alquiler. Algo más alejado está el Arena Tarnovo Hotel pero sus valoraciones son bastante positivas.

Otras opciones son el Hotel Studio, cerca de la fortaleza de Tsarevets el Tsarevets Design and Spa, o los Tarnovgrad Apartments, para grupos.

Dónde comer – Restaurantes

Hay numerosas opciones para comer, siendo especialmente interesantes los restaurantes que en la calle Stefan Stambolov cuentan con miradores sobre el río y el Parque Sveta Gora.

Algunas recomendaciones son The Green Restaurant, delante del acceso a la fortaleza Tsarevets, Shtastlivetsa con buen menú del día y raciones generosas; el «Ethno» con vistas al río o el restaurante Asenevci.

Alrededores de Veliko Tarnovo

Veliko Tarnovo es un buen punto para establecer la «base» durante unos días y hacer excursiones a puntos interesantes en sus cercanías como el Monasterio de la Transfiguración uno de los principales templos de la iglesia ortodoxa búlgara que cuenta con frescos de gran factura.

Además del propio centro histórico, te recomiendo recorrer los alrededores para disfrutar de lugares tan de interés como el Monasterio de la Transfiguración conocido como Monasterio Preobrazhenski, el coqueto pueblo de Arbanasi, protagonista del siguiente punto, y el Monasterio de Dryanovo.

También muy cerca, a apenas unos kilómetros, está el pueblo de Arbanasi, conjunto arquitectónico del Renacimiento nacional búlgaro considerado uno de los pueblos más bonitos y con más encanto de Bulgaria. Sus calles empedradas discurren engalanadas por casas, restaurantes de cocina típica y su maravillosa iglesia de la Natividad.





No hay comentarios.:

Publicar un comentario

- Cementerio de Sapanta en Maramures

                      El  cementerio alegre  es un cementerio en la aldea de  Săpânța ,  Maramureş ,  Rumania , a 8 kilómetros escasos de la...