Monasterio de Barsana
Monasterio de Barsana es en realidad el nombre de todo un
complejo monástico, de construcciones de madera, concretamente en la región de
Maramures.
Se encuentra situado cerca de la ribera del río Iza. La ciudad más
cercana es Sighetul Marmatiei (22 km) y se encuentra aproximadamente a 45 km de
Negresti-Oaş.
Su arquitectura es realmente espectacular, toda la
construcción es de madera. Podrás ingresar al patio a través de un portón de
madera. Aquí, admirarás la iglesia con una altura de 57 metros. También podrás
ver las celdas de las monjas, la capilla, la casa de los artistas, la casa de
los maestros y el campanario.
El complejo incluye la tradicional puerta de Maramures, el
campanario y el propio lugar de culto (la iglesia). Tiene también el altar de
verano, las celdas de las monjas, la capilla y por último, pero no menos
importante, el taller del artista.
El arquitecto Dorel Cordos es quien creó todo el proyecto
del Monasterio de Barsana. Él desarrolló el lugar cada vez más en función de
las necesidades de las monjas y de los aldeanos, pero sobre todo de las
posibilidades económicas. La entrada al actual patio del monasterio se
encuentra bajo el campanario. Inmediatamente a la derecha, el Monasterio de
Barsana se eleva orgulloso hacia el cielo.
Las callejuelas adoquinadas conducen a los visitantes a los
distintos puntos del complejo monástico. Todos los anexos del Monasterio de
Barsana están abiertos a las visitas. De esta manera, los turistas pueden
admirar tranquilamente la belleza de la arquitectura de Maramures.
En el patio del monasterio también hay un museo, en el que
se exponen todo tipo de objetos interesantes, iconos antiguos, documentos del
pasado e información sobre la historia del lugar. El museo está distribuido en
dos niveles: en la planta baja se encuentran objetos religiosos y en el primer
piso, objetos tradicionales de Maramures.
El Monasterio de Barsana se puede visitar en cualquier época
del año. Pero el complejo monástico realmente florece durante la estación
cálida. En verano, las callejuelas se llenan de flores multicolores y de
tentadores aromas. Para ver de cerca el trabajo de los artistas, los visitantes
pueden ingresar a las casas de los artistas. Aquí pintan iconos o realizan
diversos trabajos de mantenimiento de edificios.
La celebración del monasterio se realiza el 30 de junio: “Consejo de los Santos”, siendo sus protectores los 12 apóstoles que acompañaron a Jesús en sus viajes. Hay 2 asentamientos en Barsana: el monasterio y la iglesia de madera.
El pueblo de Barsana está documentado desde el año 1326, cuando el 26 de septiembre el rey Carol Robert expide un diploma mediante el cual se refuerzan los derechos de posesión sobre la finca de Barsana.
Otros
documentos del año 1390 atestiguan por primera vez la existencia de una iglesia
aquí en Barsana. Describen el camino que se bifurca, un lado conduce al pueblo
y el otro al hermoso monasterio. Pero ¿cuál es la verdadera historia del
Monasterio de Barsana?
Barsana es un convento de monjas, restablecido en 1993. Fue
conocida como la iglesia de madera más alta de Europa hasta 2003. En 2003 fue
superada por la iglesia de Perii Maramuresului de Sapanta.
Fue reconstruido en el lugar del antiguo monasterio de Barsana. La iglesia del antiguo monasterio fue trasladada y hoy es patrimonio de la UNESCO. Por eso todo aquí parece nuevo. El Monasterio de Barsana es el lugar más visitado de todos.
Parece que la iglesia de madera de Barsana fue construida en
señal de agradecimiento, para agradecer a Dios por su protección durante la
peste de 1710. Fue trasladada varias veces, dentro del cementerio, luego en el
centro del pueblo y, finalmente, fue traído aquí, en la colina, alrededor de
1800.
En su interior aún se conserva parte de la pintura mural,
que se puede observar mejor en el altar y la nave. La pintura está realizada
sobre piezas de material textil que se fijaban en las paredes y luego se
recubrían con una capa de cal. Toda la pintura de la iglesia data de 1806.
Es un complejo de iglesias y edificios
de madera especialmente bonito, así que, aunque haya mucha gente,
realmente merece la pena. Súper bien cuidado en un entorno magnífico me
impresionó el silencio absoluto que había mientras en el ambiente
solo se escuchaban los rezos de los monjes.
Elegimos para dormir Budesti, Pensiunea Bontos, un lugar muy agradable en el mismo
pueblo y donde lo mejor de ella es la dueña, la amabilidad fue extraordinaria.
Nos enseñaron las habitaciones y pudimos elegir la que queríamos ya que hay
bastante diferencia entre unas y otras. Como estaba todo cerrado cenamos en una
bonita terraza que tenía en el primer piso de la casa, nos hizo un menú
tradicional.
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