viernes, 12 de abril de 2024

- La casa de la Sagrada Familia en Egipto

                                             

                                           La casa de la Sagrada Familia en El Cairo

En el barrio copto de El Cairo, en la cripta de la Iglesia de San Sergio y San Baco, se esconde el que fue hogar de la Sagrada Familia durante su huida a Egipto.

La cueva de la Sagrada Familia

Para encontrar la cueva donde dicen que se refugió la Sagrada Familia durante tres meses, hace falta bajar a la cripta de la iglesia, descendiendo por una escalera estrecha. Y ya llegamos. Los ojos tardan en acostumbrarse a la penumbra en la que se encuentra, no es hasta pasados unos minutos que podemos ver los detalles del hogar. 

   Un pequeño altar se coloca en el centro de la estancia, flanqueado por dos columnas desgastadas, y en los laterales se adivinan los cojines que colocaron hace pocos años para aclimatar la escena. No hay más. Una luz tenue que ilumina desganada la cueva.

Y resulta excitante por una razón: descubrimos en el subsuelo el que realmente pudo ser el hogar de Jesús, así de sencillo, sin remilgos, como una analogía de las enseñanzas que quiso inculcar en sus seguidores. Es bello, este pensamiento de parquedad y privaciones. Reconforta de alguna manera cuando se visita, al traspasar un umbral de ladrillo que tiene tanto poder que no solo cambia nuestros cinco sentidos por la humedad, el olor a cerrado, la oscuridad y los chasquidos secos de las cámaras de los turistas, sino que cambia las mismas sensaciones, como si estas fueran un sentido más.

  Este es el lugar por autonomasia de la estancia de la Sagrada Familia en Egipto, se halla en el Cairo y más concretamente, en el llamado Barrio Copto, en la parte más céntrica y antigua de la gigantesca capital Se trata de la iglesia de San Sergio y Baco, construída, según la tradición, en el lugar en el que estaba la cueva en el que la Sagrada Familia terminó instalándose durante su estancia en Egipto, y donde José trabajó varios años para dar de comer a su familia. La cueva se halla a diez metros de profundidad y durante las crecidas el Nilo, incluso se inunda.

  También vinculada a la estancia de la Sagrada Familia en El Cairo, y digna de mencionar, existe en el barrio de Al Matariya la tradición de que el pan no fermenta porque sus vecinos, en su día, se lo negaron a la Virgen María. ¡Ahí es nada!.

El camino de la Sagrada Familia por Egipto es uno plagado de anécdotas y supuestos milagros, entre los que se incluye la creación de una fuente por mediación de Jesús.

Breve crónica de la Sagrada Familia en Egipto

Las Sagradas Escrituras son relativamente escuetas a la hora de mencionar los años perdidos de Jesús, es decir, los años que transcurrieron desde su nacimiento hasta que cumplió los 30 y acudió al Jordán para que le bautizase Juan Bautista. En lo que respecta a la huida a Egipto, apenas podemos apoyarnos en un puñado de frases en el Evangelio de San Mateo: “El ángel del señor se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto, y estate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”. Tiene sentido que el destino de su huida fuera Egipto, cuando al norte se encontraban multitud de tribus conflictivas y al este se extiende un desierto sin fin aparente. Egipto, tierra del Nilo y de abundancia, parecía ser el mejor destino al que José podía llevar a su familia.

  Los Evangelios no dicen más, aparte de señalar el momento en que el ángel volvió a aparecerse para anunciar a José que ya podían regresar a Israel. No sabemos adónde fueron con exactitud, cómo vivieron, qué tareas ocuparon a José para mantener a su familia. 

  La información restante deberíamos buscarla en el Méimar del Papa Teófilo, un documento escrito en 384 y 412 dC y que recoge un amplio número de acontecimientos históricos en el cristianismo. La veracidad de su texto, por supuesto, queda abierta. Pero si quisiéramos confiar en él, leeríamos que la Sagrada Familia salió de Israel por Gaza, para luego atravesar el norte de la península del Sinaí y, una vez alcanzado el delta del Nilo, bajaron hasta la ciudad de Mostorod, a diez km del Cairo.

  Bajaron todavía más al sur, casi hasta llegar a la ciudad de Asuán. Luego subieron de nuevo y a lo largo del camino se dice que ocurrieron todo tipo de milagros, desde el brote de aquella fuente hasta el momento en que un árbol abrió su corteza para cobijar a la Sagrada Familia en un momento de necesidad. Ya casi al término de su viaje, en un mes de junio, llegaron al Viejo Cairo en su camino de regreso a Israel.

  El visitante sorprendido se preguntará por qué se encuentra tantas referencias a la Sagrada Familia y tanta piedad por la misma en Egipto. Y hace bien, porque hará falta buscar las fuentes históricas adecuadas antes de lanzarnos y buscar el que fue hogar de la Sagrada Familia.

   ¿A que nunca se han preguntado donde pasó la Sagrada Familia el período que pasó en Egipto? Porque como sabemos por el evangelista Mateo (y por cierto, nada más que por él) Jesús pasó con su familia los primeros años de su vida en Egipto, cosa que el apóstol y evangelista relata con estas palabras, sin, por cierto, decirnos nada sobre la duración de la estancia: “El ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.» Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes […]. Muerto Herodes, el ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y vete a la tierra de Israel, pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño.» Él se levantó, tomó consigo al niño y a su madre, y entró en tierra de Israel. Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí; y, avisado en sueños, se retiró a la región de Galilea, y fue a vivir en una ciudad llamada Nazaret” (Mt. 2, 13-23).

     Luego la literatura apócrifa se encarga de desarrollar algunos pormenores del viaje. Así, la Historia de José el Carpintero, datable en torno al s. IV, donde Jesús aparece contando a los apóstoles su propia vida y en la que leemos: “Bajamos pues a Egipto y permanecimos un año, hasta que el cuerpo de Herodes vino a ser pasto de gusanos” (op. cit. 8). 

      Si bien la tradición copta anda más cerca de los cuatro años que del año único, y aunque es mucho lo que sobre el tema se puede elucubrar con lo que sabemos a partir de Mateo y de Flavio Josefo.

      El también apócrifo llamado Pseudo Mateo relata la historia que con más intensidad se ha grabado en la retina de la tradición cristiana y relacionada con tal viaje, aquélla que dice: “Aconteció que al tercer día de camino [hacia Egipto], María se sintió fatigada por la canícula del desierto. Y viendo una palmera le dijo a José: “Quisiera descansar un poco a la sombra de ella”. José a toda prisa la condujo hasta la palmera y la hizo descender del jumento. Y cuando María se sentó, miró hacia la copa de la palmera y la vió llena de frutos, y le dijo a José: “Me gustaría, si fuera posible, tomar algún fruto de esta palmera”. Mas José le respondió: “Me admira el que digas esto, viendo lo alta que está la palmera, y el que pienses comer de sus frutos”. “A mi me admira más la escasez de agua, pues ya se acabó la que llevábamos en los odres y no queda más para saciarnos nosotros y abrevar los jumentos”.

     Entonces el niño Jesús, que plácidamente reposaba en el regazo de su madre, dijo a la palmera: “agáchate árbol, y con tus frutos da algún refrigerio a mi madre”. Y a estas palabras inclinó la palmera su penacho hasta las plantas de María, pudiendo así recoger todo el fruto que necesitaban para saciarse”. (PsMt. 20, 1-2).

    Pero no es la única. Sobre esa estancia como sobre casi todo en la vida de Jesús, existen muchas otras tradiciones muy consolidadas, tradiciones que, en este caso y como es fácil de entender, están estrechamente relacionadas con la gran comunidad cristiana de Egipto, los coptos.

El barrio copto del Cairo

Entre el periodo faraónico y la llegada del islam, fue la religión cristiana la que se extendió por el territorio egipcio. El copto es el cristianismo egipcio, con su propia manera de entender la religión y con escritura propia.

El Barrio Copto, el más antiguo de El Cairo, se sitúa dentro de los muros de la fortaleza de Babilonia del siglo IV aC. Más tarde, el emperador romano Trajano lo amplió en el 98 dC.

                                         La   Iglesia Colgante en el Barrio Copto

Según se cree, la Sagrada Familia (José, María y Jesús) huyó de Israel y se refugió en Egipto, más concretamente en una cueva, en donde siglos más tarde se levantó la Iglesia de San Sergio y Baco.

Entrada en la casa de la Sagrada Familia en Egipto (hay que bajar las escaleras par entrar en la cripta de la Iglesia.
                                    Interior de la cripta-cueva de la Sagrada Familia en Egipto

El Barrio Copto del Cairo es un lugar muy interesante que ver por la gran cantidad de iglesias y monasterios, los cuales se encuentran dentro de las murallas del antiguo fuerte de Babilonia, fundado en el siglo 6 aC.



¿Sabías que aquí podrás encontrar la iglesia, la sinagoga y la mezquita más antiguas del Cairo? En este post te queremos contar todos los lugares imprescindibles que ver en el Barrio Copto en medio día.

  Es extraño porque ya estábamos acostumbrados a discutir con los vendedores de escarabajos de la suerte, figuritas de Horus y pequeñas tallas de pirámides de alabastro, pero aquí nos ofrecen cruces fundidas delicadamente en plata, iconografías doradas de la Virgen y el Niño, libros escritos en dialecto árabe sobre la vida de santos cristianos y sus profetas. Egipto cambia a lo largo del Nilo con una suavidad asombrosa, pero a la hora de chocar contra el barrio copto de El Cairo parece estremecerse y tropezar.

  El cambio aquí es muy brusco. Donde la capital se encuentra salpicada por multitud de mezquitas - pueden distinguirse los minaretes que sobresalen sobre el batiburrillo de edificios -, en el barrio copto se apiñan las iglesias con una densidad poco común en cualquier otro lugar del mundo; tres iglesias por cada cien metros, cien iglesias por cada tres metros, al final son tantas que perdemos la cuenta y nos aburre contar.

El barrio copto del Cairo se apiña en torno a un bullicio maravilloso.

Las calles del barrio son estrechas, también apiñadas, como las casas y las iglesias. Daría la impresión de que una mente poderosa se olió el peligro que corrían los cristianos desde el conflicto con el terrorismo islámico y, sin prepararlo en demasía, barrió con un filtro poco común la superficie de El Cairo. Consiguió atrapar cada elemento cristiano de la ciudad, o casi todos, y los soltó de golpe en el barrio copto. Y así lo vemos ahora, aparentemente protegido bajo esta sensación de bullicio.

  Entrar en el barrio copto de El Cairo no parece una experiencia agradable, aunque pasearlo sí lo sea. Hace falta aparcar el coche fuera, antes de estrellarlo contra los bolardos de hormigón y las vallas que cortan la calzada, y es importante mantener la actitud adecuada cuando un grupo de militares fuertemente armados nos registran las mochilas, cachean nuestros bolsillos, hacen las preguntas pertinentes de cualquier control de seguridad.

   Sabemos por qué entrar en el barrio copto de El Cairo parece una aventura incómoda. Sabemos que una vez crucemos el control se abrirá ante nosotros un pequeño submundo que susurra en la inmensidad de Egipto, bullicioso y cargado de maravillas, pero también reconocemos que en 2017 ocurrió un violento atentado contra cristianos coptos en Menia, y un ataque similar ocurrió en el mismo sitio en 2018.

Entrada en la casa de la Sagrada Familia en Egipto (hay que bajar las escaleras par entrar en la cripta de la Iglesia.

   Ser cristiano en la actualidad no es tarea fácil, pero ser cristiano en ciertos lugares puede resultar mortal, sin paliativos. Por eso nos preguntan con tanta intensidad qué venimos a hacer en este espacio protegido, cercado como una reserva de los indios norteamericanos.

                        Entrada al Barrio Copto de El Cairo (se cierra cuando conviene)

-La Iglesia Colgante, llamada así por estar construida sobre las ruinas de una fortaleza romana. Uno sube los 29 escalones que hacen falta para entrar en ella, asienta los pies en el piso, mira arriba hacia el techo de galera y mira abajo para ver los huecos en los tablones del suelo. Bajo esos huecos encuentra un pequeño vacío. Diez metros de caída que sostienen la Iglesia Colgante. En el patio exterior de la iglesia, un mosaico sobrecargado de colores azules escenifica el momento en que el Niño Jesús creó una fuente de agua para lavar y dar de beber a su familia, en Heliópolis, al noreste de El Cairo.

La Iglesia Colgante

La Iglesia Colgante, también llamada Iglesia de Santa María, debe su nombre a que fue construida sobre la puerta sur de la antigua fortaleza romana de Babilonia. En su interior podrás ver 13 pilares que representan a Jesús Cristo y sus 12 apóstoles, siendo el pilar gris el dudoso Tomás y el negro Judas. Pero estas columnas apiñadas tienen su lógica. 

En realidad, esta falta de espacio tiene lógica, aunque podamos tardar en comprenderla. Por ejemplo si contásemos las columnas en esta iglesia, veríamos que son doce, una por cada uno de los apóstoles de Jesús, y que once de ellas son de mármol blanco mientras que la columna que representa a Judas se talló en granito rojo. En una de las columnas blancas (situada en el extremo derecho del templo) aparece grabada una pequeña cruz, y bajo la cruz se descubren unas gotas de sangre seca. Cuenta la leyenda que la columna lloró sangre el día previo a la derrota de los egipcios en la Guerra de los Seis Días.

La iglesia de San Sergio y San Baco

Esta es la iglesia más antigua en el Barrio Copto, construida en el siglo XI pero sus pilares centrales datan del siglo IV. Además, cuenta la leyenda que esta iglesia fue construida sobre la cueva donde la Sagrada Familia se escondió después de su huida hasta Egipto. Esta cueva hoy en día es una cripta que se puede visitar bajando unas escaleras dentro de la iglesia.   La iglesia fue construída en el s. IV, se incendió hacia el 750 y fue restaurada después, y ha constituído en algunos momentos de su historia la sede del patriarcado copto que tradicionalmente se ha alojado en Alejandría, y cuando así ha ocurrido, siempre en competencia con la iglesia de Santa María, conocida como Iglesia Colgante (Al Muallaqa), el templo cristiano más antiguo de la ciudad.

  Hoy es la Iglesia de San Sergio y San Baco, en homenaje a dos legionarios romanos que fueron martirizados en el siglo III por abrazar la fe cristiana. El interior del templo resulta en una réplica del resto del barrio copto. Las columnas aparecen muy juntas, los bancos para la oración casi se suben unos encima de los otros, y los visitantes también tienen que andarse con cuidado para no llevarse un pisotón desafortunado.

                                Iglesia de San Jorge en el Barrio Copto de El Cairo

  En este Barrio Copto se respiran aromas de sudor e incienso. Incluso parece que hay espacio para una tienda, minúscula y con decenas de souvenirs apelotonados, porque en el barrio copto de El Cairo cada espacio libre es rápidamente ocupado por el más sagaz de sus habitantes. Sopla suave en una de sus callejas una brizna fresca de viento y siempre habrá alguien que la escuche y logre rastrearla, con la nariz pegada a las paredes, zigzagueando entre las esquinas. Encontrará ese espacio vacío y, sin molestarse en preguntar, querrá sentarse a descansar unos minutos, o colocar un bonito puesto desde el cual atraer a los turistas. Así desaparecerá ese espacio.

Otros lugares del viaje de la Sagrada Familia en Egipto

   Varios son los lugares egipcios vinculados a la misma. El primero, la aldea Deir Abu Hennas, trescientos kilómetros al sur de El Cairo, y adonde se acercan los cristianos egipcios dos veces al año en peregrinación: la primera el 28 de enero para conmemorar la llegada de la Sagrada Familia a una pequeña colina llamada Kom Mariam, la montaña de María, en la que habrían descansado en su camino hacia Tell Amarna, y la segunda en junio para honrar a la Virgen María.

    Parada obligada en el camino es el Gabal al-Teir o Monte del Pájaro, en el que se levanta la iglesia de La Señora de la Palma, construída en el s. IV sobre una cueva que, según la tradición, habría servido de refugio a la Familia.

-La Sinagoga Ben Ezra
Construida en el siglo IX utilizando la estructura de una iglesia del siglo IV. La tradición dice que aquí fue donde el profeta Jeremías reunió a los judíos en el siglo VI después de que Nebuchadnezzar (Nabucodonosor) destruyó el Templo de Jerusalén.

Museo Copto

Fue fundado en 1908 por Marcus Simakai Pasha e inaugurado dos años después. En 1931 pasó a depender del Ministerio de Cultura y, en 1947, recibió colecciones coptas expuestas en el Museo Egipcio y el Museo de Arte Islámico.

La galería alberga un total de 1.200 objetos, que han sido agrupados en 12 secciones y ordenados cronológicamente. La exposición contiene sarcófagos del periodo precopto (siglos IV-V), santos, figuras orantes, frisos decorativos, capiteles, nichos, símbolos cristianos, iconos…aunque la pieza más destacada es el manuscrito de Nag Hammadi en copto, considerado el libro de salmos más antiguo del mundo.

 

 

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