Abu Simbel es un emplazamiento de interés
arqueológico que se compone de dos templos egipcios ubicado en el sur
de Egipto, en la región de Nubia.
Está localizado en la ribera occidental del lago Nasser, a unos 231 km al suroeste de
la ciudad de Asuan (a 300 kms por carretera), próximo a su emplazamiento
original.
Los templos fueron
excavados en la roca durante el reinado del faraón Ramsés II en el siglo xiii aC. como un monumento dedicado
a dicho faraón y a su esposa Nefertari, para conmemorar su supuesta
victoria en la batalla de Qadesh (1274 aC.)
y mostrar su poder a sus vecinos nubios.
El complejo está compuesto por dos templos. El mayor de ellos está
dedicado a Ra, Ptah y Amón, las tres deidades estatales del Antiguo
Egipto, y alberga
cuatro estatuas colosales de Ramsés
II esculpidas en
la roca de la fachada. El templo menor está dedicado a Nefertari, la esposa favorita de Ramsés.
El templo
fue construido por Ramsés II para conmemorar su victoria en la batalla de
Qadesh (1274 aC.). Está dedicado al culto del propio Ramsés (los faraones se
consideraban dioses) y de las grandes deidades del Antiguo Egipto, Amón, Ra y Ptah. Estos tres dioses fueron muy venerados a lo largo de la
historia del Antiguo Egipto. Ra era la cabeza de la Enéada de Heliópolis, Amón
la cabeza de la Tríada de Tebas y Ptah
el gran dios artesano de Menfis. Al lado de
los tres se representa a Ramsés II como el cuarto gran dios de Egipto.
La dinastía XIX intentó recuperar la influencia de Egipto en el
exterior, perdida después de los disturbios y turbulencias religiosas y
políticas durante el reinado de Akenatón de
la dinastía XVIII que apoyó el culto a Atón en
detrimento de Amón y su influyente clero.
Ramsés II combatió
a los enemigos del norte y del sur. Pero su batalla más importante fue la
de Qadesh, en Canaán, contra los
asiáticos hititas. Esta batalla terminó con un tratado de paz entre ambas
fuerzas. En los muros de Abu Simbel y de otros templos egipcios, Ramsés se
jactaba de haber ganado la batalla.
Los templos forman parte
del Museo
al Aire Libre de Nubia y Asuán, complejo que fue declarado Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco en 1979 con el nombre de «Monumentos
de Nubia, desde Abu Simbel hasta Filae», conocidos como los «Monumentos
nubios», que se extienden hasta Filae, cerca de Asuán.
Construcción de los
templos de Abu Simbel
La construcción del templo se inició
aproximadamente en 1284 aC. y duró unos veinte años, hasta 1264 aC.
Es uno de los seis hipogeos (excavados
en roca) que se edificaron en Nubia durante el
largo reinado de Ramsés II. El propósito del templo era impresionar a los
vecinos del sur y reforzar la influencia de la religión egipcia en la región.
El Gran Templo de Abu Simbel, que se tardó en construir unos veinte años, fue
completado alrededor del año 24 del reinado de Ramsés II (que
corresponde a 1265 aC.). Estaba dedicado a los dioses Amón, Ra-Horajti y Ptah, así como al Ramsés deificado.
Algunos lo consideran como uno de los más bellos de todos los edificados
durante el reinado de Ramsés II y uno de los más monumentales de Egipto.
La
fachada del templo tiene 33 metros de altura por 38 metros de ancho y
está custodiado por cuatro estatuas sedentes. Todas las estatuas representan a
Ramsés II, sentado en un trono con la doble
corona del Alto y Bajo Egipto. Cada una de
ellas mide unos veinte metros de altura. Sobre las estatuas de Ramsés II, la
fachada está encabezada por un friso de veintidós babuinos, cuyos brazos están extendidos
en el aire, supuestamente adorando al sol naciente y que flanquean la entrada. Las estatuas y el templo fueron
esculpidos en una colina rocosa. La estatua situada a la izquierda de la
entrada se partió durante un terremoto y solo quedó intacta la parte inferior.
La
entrada está coronada por un bajorrelieve que
representa dos imágenes del rey adorando a Ra-Horajti con cabeza de halcón, cuya estatua
se yergue en un gran nicho. Este dios está sosteniendo un jeroglífico y una
pluma con la mano derecha, con Maat (la diosa de la Verdad y
la Justicia) a su izquierda. Otra notable característica de la fachada es
una estela que registra el matrimonio de Ramsés con una
hija del rey Hattusili III, unión que
selló la paz entre Egipto y los hititas.
Cerca
de los pies de los colosos hay otras estatuas que no llegan a la altura de las
rodillas del faraón.
Estas representan a diversos miembros de la familia del faraón, como su esposa
principal Nefertari, la reina
madre Tuya, sus
primeros dos hijos Amenherjepeshef, Ramsés, y sus primeras seis hijas Bintanat, Baketmut, Nefertari, Meritamón, Nebtaui e
Isetnofret.
La parte interior del templo tiene la misma disposición que la mayoría de los antiguos templos egipcios, con salas de tamaño decreciente a medida que se acercan al santuario. El templo cuenta con una estructura compleja y bastante inusual debido a sus principales cámaras laterales. La sala hipóstila tiene 18 metros de largo y 16,7 metros de ancho y está sostenida por ocho grandes pilares osíridas que representan a Ramsés deificado vinculado al dios Osiris (Orión), el dios del inframundo, para indicar la naturaleza imperecedera del faraón.
Las estatuas colosales a lo largo del muro a mano izquierda llevan la corona blanca del Alto Egipto, mientras que las ubicadas en el lado opuesto cargan la corona doble del Alto y el Bajo Egipto. Los bajorrelieves de las paredes de la sala hipóstila representan escenas de batallas en campañas militares durante el reinado de Ramsés II.
Muchas de ellas
se refieren a la batalla de Qadesh, a orillas
del río Orontes en la
actual Siria, en donde el faraón peleó
contra los hititas. El relieve
más famoso muestra al rey en su carro lanzando flechas contra los enemigos en
retirada, que están siendo hechos prisioneros.Otras
escenas muestran victorias egipcias en Libia y Nubia.
Después de la sala hipóstila, se ingresa en una segunda sala, que tiene cuatro pilastras decoradas con escenas de ofrendas a los dioses. Hay representaciones de Ramsés y Nefertari con las barcas sagradas de Amón y Ra-Horajti. Esta sala da acceso a un vestíbulo transversal en cuyo centro está la entrada al santuario. Allí, en una pared negra, se encuentran las esculturas talladas en la roca de cuatro figuras sentadas: Ra-Horajti, el dios deificado Ramsés, y los dioses Amón y Ptah. Ra-Horajti, Amón-Ra y Ptah fueron las principales deidades en ese período y sus centros de culto se hallaban en Heliópolis, Tebas y Menfis, respectivamente.
Cambio de lugar de los templos:
En
1959 se inició una campaña internacional de recaudación de fondos para salvar
los monumentos de Nubia, ya que algunos de ellos estaban en peligro de
desaparecer bajo el agua como consecuencia de la construcción de la presa alta de Asuán.
El
plan para salvar los templos se basaba en una idea de William
MacQuitty para construir una represa de agua potable
alrededor de los templos, con el agua mantenida a la misma altura que el Nilo. Debía haber cámaras subterráneas. En 1962, la
idea fue concretada en una propuesta presentada por los arquitectos Jane Drew y Maxwell Fry y el ingeniero civil Ove Arup. En ella, consideraron que alzar los templos
ignoraba el efecto de erosión del asperón por los vientos del
desierto. A pesar de que se reconoció que la propuesta era extremadamente
elegante, fue rechazada.
En 1968, el complejo fue
reubicado en una colina artificial, construida en terrenos próximos situados
sobre el nivel del futuro lago Nasser. El traslado de los templos fue necesario
para evitar que quedaran sumergidos, tras la construcción de la presa de Asuán, por el embalse formado por las
aguas del río Nilo. Abu Simbel
sigue siendo una de las más importantes atracciones turísticas de
Egipto.
El rescate de los templos de Abu Simbel fue iniciado en 1964 por un equipo multinacional de arqueólogos, ingenieros y operadores de equipo pesado que trabajaron juntos bajo el estandarte de la Unesco. En total, costó unos 40 millones de dólares de la época (336 millones contemplando la inflación al 2020).
Entre 1964 y 1968, todo el sitio fue cuidadosamente partido en grandes bloques (de un promedio de 20 toneladas y un máximo de 30 toneladas cada uno), desmantelado, elevado y reensamblado en una nueva ubicación 65 metros más alta y 200 metros más lejos del río, en uno de los mayores desafíos de la ingeniería arqueológica en la historia. Incluso fueron salvadas algunas estructuras sumergidas en las aguas del lago Nasser. Hoy en día, miles de turistas visitan los templos a diario.
Fenómeno solar en el templo de Abu Simbel
El templo fue construido
con tal orientación que durante los días 21 de octubre y 21 de febrero (61 días
antes y 61 días después del solsticio de invierno,
respectivamente) los rayos solares penetran hasta el santuario, situado al
fondo del templo, e iluminan tres de las cuatro estatuas sedentes, excepto la
estatua del dios Ptah, el dios relacionado con el inframundo (Duat),
que siempre permanecía en la penumbra.
Estas fechas podrían corresponder con el día del cumpleaños y el de la coronación del rey, respectivamente; sin embargo, no existen datos que lo corroboren, aunque es lógico suponer que estas fechas guardan alguna relación con un gran evento, como la fiesta Heb-sed que conmemoraba el trigésimo aniversario del reinado del faraón.
De acuerdo con cálculos realizados respecto
del orto helíaco de
la estrella Sirio (Sothis) e inscripciones halladas
por arqueólogos, esta fecha debió ser el 22 de octubre. Esta imagen del rey era
"revitalizada" con la energía de la estrella solar, y el deificado
Ramsés se sienta entre Amón Ra y
Ra-Horakhty.
Tras el traslado del
templo y por el desplazamiento del Trópico de Cáncer durante
los últimos 3280 años, se estima que la incidencia solar se ha desplazado un
día más cerca del solsticio, por lo que
debería ocurrir el 22 de octubre y el 20 de febrero (60 días antes y 60 días
después del solsticio, respectivamente.
Templo de Nefertari
Al norte del templo mayor
de Abu Simbel se sitúa el templo menor. Está también excavado en la roca y
dedicado a su esposa favorita, Nefertari. La fachada está decorada con seis
estatuas, cuatro de Ramsés II y dos de Nefertari. Las seis son de igual tamaño,
algo poco corriente, ya que las estatuas que representaban al faraón solían ser
de mayor tamaño. La entrada conduce a una sala con seis columnas centrales,
esculpidas con capiteles decorados con la cabeza de la diosa Hathor.
La sala oriental contiene algunas escenas que muestran a Ramsés II y su esposa ofreciendo sacrificios a los dioses. Tras esta sala se encuentra otra que muestra escenas similares. Al fondo del templo está el santuario con una estatua de Hathor, la diosa egipcia del amor y la felicidad.
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