Funchal es
la ciudad más importante del Portugal insular. Su fundación data del año 1508.
En ese siglo llega a convertirse en un importante puerto donde los buques de
la ruta trasatlántica obtenían provisiones de azúcar y vino, principalmente.
Funchal es la capital de Madeira. Situada en
la costa sur de la isla, esta ciudad de aproximadamente 110.000 habitantes es
una pintoresca y atractiva villa para el visitante que viaja hasta la afamada
isla portuguesa. Los orígenes de Funchal nos llevan a 1421, cuando fue fundada
por el navegante Joao Gonçalves Zarco, descubridor de Madeira.
Seis siglos después nos
encontramos con una ciudad animada y relajada al mismo tiempo, parada de muchos
cruceros atlánticos, cuna de Cristiano Ronaldo y que guarda el encanto que ha
acumulado a lo largo de su historia.
Y es que Funchal tiene
buena parte de la esencia de Madeira. Puerto que mira al Océano Atlántico y a
la vez abraza a la montaña sobre cuyas faldas la urbe empieza a trepar. Una
ciudad azul y verde, anclada en la naturaleza que caracteriza a la isla.
Aeropuerto de Fuchal-Madeira
El Aeropuerto de Madeira, uno de
los catalogados imposibles…. El
aeropuerto de Madeira (Portugal) está considerado como uno de los “más
peligrosos” del mundo. Las imágenes que vemos de aviones aterrizando allí
tampoco ayudan demasiado a aquellos que tienen miedo a volar. Pero, ¿es
realmente un aeropuerto peligroso?.
Ubicado en el
Océano Atlántico, a poco más de 500km de Canarias, el archipiélago de Madeira
es un conjunto de islas volcánicas perteneciente a Portugal. Consta de dos
islas habitadas, Madeira y Porto Santo, y tres islas menores no habitadas,
llamadas Islas Desertas.
En la mayor de
esas islas, Madeira, que toma el nombre del archipiélago, tenemos el
anteriormente conocido como “Aeropuerto de Funchal”, actualmente Aeropuerto
Internacional Cristiano Ronaldo, y con código OACI: LPMA). Madeira cuenta con
una única pista: la 05/23.
El problema de Madeira es que, debido a la orografía y los vientos, para aterrizar en la pista 05 hay que realizar primero un giro muy pronunciado a la derecha de 206° y alinearse muy de golpe con una altitud de decisión muy baja. De hecho, la aproximación no se puede estabilizar hasta los 460 pies (unos 140 metros).
Otro problema es que la construcción de
las “restraint bars” a ambos lados de la pista causa torbellinos de
turbulencia.
Afortunadamente,
en la actualidad, los pilotos cuentan no sólo con los VOR, sino también con una
RNP, un sistema de navegación instrumental evolución del RNAV que permite a los
aviones operar en cualquier rumbo deseado dentro de la cobertura de las
radioayudas, dentro de los límites de un sistema capaz de autocontenerse, o
combinando ambas.
En el
pasado, Madeira tenía otro grave problema: la longitud de su pista. Era
extremadamente corta. Sin embargo, varias remodelaciones realizadas en los
últimos años han ampliado considerablemente la pista que ahora tiene 2.780
metros de largo, suficiente hasta para un A380.
No ha
vuelto a ocurrir ningún accidente grave desde que se amplió y modernizó la
pista, no ha vuelto a ocurrir ningún accidente grave, y si bien es cierto que
las aproximaciones suelen ser “movidas” por las turbulencias y por el poco
margen que hay para estabilizarlas, debemos concluir que se trata de un
aeropuerto complicado, pero no peligroso.
EL PUERTO
DE FUNCHAL
Históricamente el puerto de Funchal es
un elemento icónico de la isla ya que no solo fue el primer puerto fundado en
el archipiélago sino que además durante años fue el único que recibía cruceros
de muchas partes del mundo.
Durante muchas décadas, desde la
construcción del puerto de Funchal en el siglo XIX y hasta la Segunda Guerra
Mundial, Funchal fue un punto de parada muy conveniente para los buques de
vapor que hacían travesías transatlánticas entre los continentes europeo,
africano y americano.
Actualmente, este puerto ofrece una
terminal de pasajeros con excelentes condiciones para recibir, con comodidad,
seguridad y calidad, a los cientos de miles de viajeros que, cada año, visitan
la región en barcos de crucero.
Por su ubicación, tiene un acceso
privilegiado al centro de la ciudad: al estar a solo dos minutos en coche de
las principales atracciones, permite a los viajeros explorar, en poco tiempo,
la capital del archipiélago. Además, la imagen que se presenta ante nosotros al
acercarnos a Funchal, a bordo de un gran barco, es incomparable.
Es debido
a esto que Funchal ha crecido muchísimo en proporción a otros pueblos de la
isla. En el puerto de Funchal encontrarás empresas dispuestas a ofrecerte paseos
inigualables por la isla. Es también un buen lugar dónde salir a comer por los
diferentes restaurantes portuarios y conocer la magnífica gastronomía
de Madeira a unos precios que de bien seguro
te sorprenderán.
La zona velha de Funchal
es ese viaje al pasado lleno de armonía donde las calles empedradas nos
conducen a hermosas casas, iglesias, mercados y a pequeños rincones de un
ambiente hecho para los artistas.
El Fuerte de Santiago en Funchal
Pasear por la rua Santa
María nos servirá para entender el aire pintoresco de la capital insular. No
muy lejos se encuentra el Fuerte de Santiago, viejo protector de la ciudad
siglos atrás.
+Pero el viaje al pasado nos lleva hasta la catedral, uno
de los pocos edificios de la época colonial que ha llegado a nuestros días.
Levantada en 1512, es el legado de aquella ciudad que empezaba a ser pujante
gracias al comercio marítimo.
Fue construida por
orden del Rey D. Manuel I para sustituir a la Iglesia de Nossa Senhora do Calhau,
la primera parroquia de la isla, por haberse quedado esta pequeña para albergar
tantos fieles. La nueva Iglesia de Santa María o «Igreja Grande», como se la
conocía entonces, fue dedicada a Nossa Senhora da Assunção y pasó a ocupar una
zona del centro histórico.
La Catedral fue la
obra más destacada del período manuelino construida en la Isla de Madeira y se
debe al talento del arquitecto Pêro Anes, maestro de las obras reales.
Prácticamente inalterada desde tiempos de su fundación, posee una fachada simple,
con un portal gótico de finas arquivoltas.
El interior del
edificio ostenta una estructura de estilo gótico mendicante y planta en cruz
latina. Destaca el notable techo de alfarje -uno de los más bellos de Portugal,
hecho en madera de cedro de la isla y trabajado al gusto mudéjar, con dorados e
incrustaciones en marfil- así como los retablos del siglo XVI y los azulejos
del siglo XVIII. La sillería de la capilla mayor exhibe santos, profetas y
apóstoles en trajes del siglo XVI, entre detalles que celebran la vida en la
Isla de Madeira, como querubines cargando con bananas y odres de vino.
La Catedral posee un
conjunto de tesoros de gran belleza y valor histórico, algunos de ellos
expuestos en el Museo de Arte Sacro, como es el caso de la gran cruz procesional
en plata dorada ofrecida por el Rey D. Manuel I y considerada una de las obras
capitales de la orfebrería portuguesa.
+Y si de iglesias hablamos, es indispensable subir hasta Nossa
Senhora do Monte, techo con las mejores vistas sobre la ciudad y lugar
donde yacen los restos de Carlos I de
Habsburgo, último emperador del Imperio Austrohúngaro.
Nossa Senhora do Monte
+ La Capela do Corpo Santo o Capilla del Corpo
Santo es una capilla del siglo XV situada al final del antiguo pueblo de Funchal (Rua
D. Carlos I 64, 9060-051 Funchal, Portugal). Está dedicada al patrón de
los pescadores, San Pedro Gonçalves Telmo ,
el "Corpo Santo”.
Capilla del Corpo Santo
Está decorado con pinturas en el
techo, altares de madera tallada dorada y esculturas de estilo manuelino . Tiene una fachada a dos aguas
y de la capilla original es la portada gótica. Se realizaron cambios
importantes en el siglo XVI cuando se remodeló el altar y se agregaron rendijas
en las ventanas. Algunas de las pinturas del altar de la nave datan de este
período y se atribuyen al pintor real Fernao Gomes .
Las pinturas del altar mayor probablemente proceden de otro taller de pintura y
tienen inscritas las fechas de 1615 y 1616 en los ángeles músicos y las escenas
de la vida del Santo Patrón.
La capilla era el centro de una importante cofradía , sirviendo como enfermería
para los pescadores locales y sus familias, brindando ayuda humanitaria,
prestando dinero y ayudando a las viudas de los miembros.
Funchal no se queda en el
azul del mar y el verde de las montañas. Su Jardín Botánico es otra explosión
de naturaleza donde conviven más de 2000 especies que van, desde cactus o
palmeras, hasta dragos. Se sitúa también en plena ladera de la montaña,
regalando una perspectiva única. Podrás subir hasta allí en el teleférico que
parte desde la mismísima playa y vuela por encima de la ciudad durante 3,2
kilómetros superando un desnivel de 580 metros.
Volviendo a la rua de
Santa María, el cercano mercado dos Lavradores nos da otra dosis de color (y
aromas) que van, desde los tradicionales azulejos portugueses, hasta las
tonalidades de las flores y los productos puestos a la venta.
Te habrás dado cuenta y te llamará la atención la disposición de
Funchal en la orografía de Madeira. A un lado, el mar. Al otro, la montaña. En
escasos 0-15 kms desde el centro de Funchal, podemos alcanzar alturas como la
del Mirador del Paredao o el Pico do Arieiro, éste último a 1.818 metros de
altitud.
Pero Funchal también nos
ofrece mucho mar. Puerto de grandes cruceros y turismo náutico, a ambos lados
de la ciudad encontraremos una sucesión de playas, como Barreirinha, Sao Tiago,
Gorgulho, Formosa o las piscinas naturales de Doca do Cavacas.
Funchal es el primer lugar que pisas cuando llegas a Madeira y,
también, el último antes de tomar el vuelo de partida del archipiélago. Entre
medias, algunos viajeros optan por alojarse y vivir su escapada en el interior
de la isla, entre las montañas; sin embargo, elegir el campamento base en
Funchal es una de las opciones más interesantes.
Y lo podemos justificar. Es cierto que
Madeira es una isla que se presta al disfrute de la naturaleza y a los deportes
activos pero su particular orografía tiende a aislar los núcleos de población
del interior. Para disfrutar de una estancia con toques sibaritas es necesario
alojarse en lugares donde, tras caer la tarde, la oferta turística continúe ya
sea con propuestas gastronómicas o de diversión en bares y discotecas.
Además, la atractiva oferta natural
madeirense es perfectamente compatible con la urbana que brinda Funchal. Sería
una pena perderse un paseo por su casco antiguo, con las creativas puertas
pintadas, decenas de coquetos restaurantes, el colorido mercado local, o las
tiendas con los preciosos bordados tradicionales. Sin olvidar, actividades como
subir en teleférico hasta el Jardín Tropical de Monte Palace o bajar a toda
velocidad en los carros de cesto.
Bosque y mar son el ecosistema que cautiva de esta tierra
llamada «madeira» (que significa madera) por la abundancia de laurisilva,
bosques llenos de estos árboles con hojas parecidas al laurel.
El hospedaje más especial son
las Quintas. Toda una tradición en Portugal. Se trata de casonas
aristocráticas de los siglos XVIII y XIX que han sido detalladamente
restauradas.
Los galardones como mejor destino de isla resaltan
el atractivo calendario de eventos que se presentan en Madeira a lo largo del
año. Entre los más destacados se encuentran el Carnaval, el Festival del
Atlántico, la Fiesta del Vino, el Festival de la Naturaleza y una magnífica
celebración de las fiestas navideñas y de Año Nuevo.
El vino de la región es reconocido
como uno de los mejores, incluso hay referencias de él en la obra de William
Shakespeare. Otra bebida común es la poncha, el trago más
popular durante las reuniones nocturnas. Aguardiente de caña con miel,
jugo de limón y naranja.
Para comer destacan la espetada, brochetas de carne asada con laurel y maíz. Se puede acompañar de bolo do caco, especialidad de pan de trigo con mantequilla, ajo y perejil. Los amantes de los mariscos pueden elegir el sofisticado pez espada con plátano frito.
Carreiros do Monte
Una de las experiencias
más inusuales y únicas de Madeira (y también muy turísticas).
Una vez subas a la zona de Monte (colina que queda por encima de la ciudad)
verás un montón de hombres vestidos de blanco y
con zapatos gruesos. Son los "carreiros". Estos se dedican a bajar a
los turistas en unas cestas de mimbre a
toda velocidad por las calles empinadas (máximo 3 por trineo).
La adrenalina sube al ir al encuentro de los carreiros. Una tradición de hace unos doscientos años que consiste en bajar por las pronunciadas calles a bordo de amplios cestones de mimbre. El teleférico es otra experiencia de altura.
El paseo en trineo de Funchal es una de las experiencias más singulares de Madeira. Es muy inusual. Uno va sentado en una cesta y es transportado por las empinadas calles hasta el centro de Funchal.
¿Cómo se frena? Se preguntará... Pues 2 hombres en trajes tradicionales utilizarán sus pies para equilibrar, dirigir y frenar el paseo.
¡Es emocionante y único!
Zona:
comienza en la zona de Monte, cerca de la iglesia, y termina en el centro
histórico
Horario: el descenso dura 10 minutos.
Iglesia de Sao Pedro
Construida a finales del siglo XVI, la iglesia manierista actual tiene
una sola nave y 3 capillas laterales.
En el exterior, observe la aguja en lo alto del
campanario.
En el interior, le impresionarán el techo de madera pintada y los azulejos de cerámica del siglo XVII que cubren las paredes de suelo a techo.
Cristiano Ronaldo
nació en Fuchal
La infancia en Funchal
También conocido como El Bicho, el
futbolista luso vivió en la isla hasta la edad de los 12 años cuando partió
hacia la capital de su país para formar parte del Sporting
de Lisboa. ¡
Es en São Pedro, uno de los
barrios más desfavorecidos de Funchal, donde transcurre la niñez de
Cristiano. Allí nació lo que Luca Caioli llama en su libro
biográfico sobre la estrella del balompié, una ambición sin límites.
Vida familiar
Cada temporada de lluvia caen
goteras de los techos de la casa. Los hermanos viven juntos en una habitación.
La madre es cocinera y el padre se
dedica a la jardinería.
Cada vez que acompaña a su padre
al campo de juego, Cristiano Ronaldo acaricia el sueño de
convertirse en futbolista.
Muchos años después Cristiano
Ronaldo llorará, en una entrevista en vivo, echando de menos a su padre, muerto
en 2005 a consecuencia del alcoholismo.
A la par del futbol estaba
el ping pong. La segunda pasión de Cristiano
para la cual tenía también amplias cualidades. En su adolescencia un mal
cardíaco estuvo a punto de impedirle una carrera futbolística. La actual
exigencia para los atletas de alto rendimiento es sumamente alta, distinto
a lo que sucedía décadas atrás en el futbol.
La máxima exigencia que desde
aquellos años juveniles se impuso en los entrenamientos pudo desencadenar
el problema en el corazón. Los médicos llamaron a
su madre para que autorizara una intervención quirúrgica. De no someterlo, toda
actividad física le estaría limitada. Maria
Dolores dos Santos autorizó la operación y el resto es
historia. El primer apellido de Cristiano es el de su madre, en Portugal el
apellido de la madre va adelante.
El ídolo de Madeira
Hoy en día la figura de Cristiano
Ronaldo es un imán del turismo internacional
para la isla portuguesa. Todo indica que al estilo de Diego Armando Maradona,
la fama del delantero va rumbo a convertirse en la nueva religión local.
En el 2014 se inauguró el Museu CR7. Allí se
exhiben la gran mayoría de los trofeos del futbolista. Lo mismo los balones y
botas de oro que una estatua de cera.
Con 36 años de edad, Cristiano
Ronaldo es la personalidad mediática más popular e inspiradora de su
generación.
A los 12 años se propuso llegar a ser
como su ídolo del momento, Figo. En el 2014 jugaron juntos la Euro. No tiene
tatuajes porque es donador recurrente de sangre y también de médula
ósea.
Su paso por el Manchester United
(2003-2009), Real Madrid (2009-2018) y Juventus está lleno de récords. Sus
compañeros de equipo han retratado su instinto férreo de superación. Su
competición consigo mismo por ser el mejor lo lleva a
criticarse e incluso insultarse cuando
falla.
Para Cristiano Ronaldo la vida es un
estadio de futbol. En él, CR7 es amo y señor de su propia
isla.
El Aeropuerto Internacional de Madeira ya fue bautizado con su nombre. También en alianza con la principal cadena hotelera los visitantes pueden hospedarse en el Pestana CR7 Funchal.
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